Hola, últimamente no escribo mucho, más por falta de tiempo
que por pereza, pero también algo de esto hay. Sin duda.
Pero hoy no me he podido reprimir al escuchar al Sr. Alcalde
de Alcorcón, Señor Pérez, decir que va a denunciar al Ayuntamiento de Madrid si
prohíbe a sus vecinos circular en coche por Madrid cuando se declare alerta por
contaminación. Y encima se envuelve en la Constitución como emblema.
¡¡¡Pero alma de cántaro!!! ¿Quién te hace a ti los tweets? ¿Quién
te asesora? A lo que se ve el Primo de Rajoy o alguien de ese calado.
Si de constitución tenemos que tirar, el artículo 30.4 dice “Mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los
casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública.”
Y le pregunto Señor Pérez, ¿Qué mayor calamidad que 4.500
muertes al año en nuestra región a causa de la contaminación? según el informe
de calidad del aire de 2015 de la Agencia Europea de Medioambiente que no lo
digo yo oiga, que yo sé de esto algo, pero menos que esto señores, eso sí, un poco
más que este Alcalde aprendiz de brujo y esperamos que nada más, que con estos
del PP nunca se sabe.
Mire señor mío, aún hay más para darle a usted, razones y
zascas.
“Artículo 45
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.
Y me preguntó yo, ¿este último párrafo no le dice nada, Señor
Pérez? Pues a mi si.
Me dice que si usted es tan ignorante o demagogo, o las dos cosas, como para denunciar por inconstitucional a
quien pretende proteger el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, estos
deberían denunciarle a usted precisamente por alertar, animar y permitir violar
el medio ambiente y la calidad de vida de los madrileños y de los alcorconeros
también, y de paso no volver a votarle en la vida.