Esa frase o una parecido se le ha oído gritar hoy al Sr.
González en la Puerta del Sol cuando le han dicho que un grupo de ”indignados
perroflautas”, artos de llevar un tiempo, razonable para metro e insufrible
para ellos, en medio del túnel de la Línea 5, se han bajado del convoy y se han
ido en el coche de San Fernando (un ratito a pie y otro andando) hasta la
estación más cercana.
Menos mal, que ha sido en el Metro ya vendido por el
Ayuntamiento Botellín, el más endeudado de España y parte del extranjero, que
si llega a ser la Seña Alcaldesa aún responsable del mismo, vete tú a saber qué
hubiera pasado, lo mismo les ponen unas bicis elestricas desas que inauguró
hace 10 días y que aún no funcionan (carcajada sonora, así, con la mano en boca
y tocando con la frente el suelo, vaya, tronchándose uno).
Pero no, ha sido el Señor Ignacio Gonzalez (pero Velayos de
segundo, no confundir con el de Puerta del Sol), Consejero Delegado de Madrid
quien ha asegurado que “Metro ha garantizado la seguridad y se ha hecho cargo
desde el primer momento de la incidencia” cuando un grupo de ciudadanos HA
DECIDIDO bajarse del convoy y me pregunto:
¿Si sabían que se
iban a bajar del Metro porque no les han informado de que se restablecía el
suministro eléctrico de forma inmediata como ha dicho el Señor González
Velayos?.
Y Si no sabían que se
iban a bajar ¿cómo han podido garantizar inmediatamente la seguridad?.
Y, si sabían que la
electricidad volvía justo en el momento que se bajaban ¿Por qué no les
informaron a los viajeros?
Seguro que la seguridad estaba garantizada, seguro que la
electricidad volvía justo en el momento en que esos pasajeros, ellos y no el
Señor González Velayos, decidieron bajarse del convoy, que casualidad, oye.
Pero lo que el Señor González Velayos no pretenderá hacernos
creer, es que Metro de Madrid ha actuado bien, porque no creo yo que nadie se
baje de un convoy en medio de un túnel si le están informando convenientemente
de que la avería se resuelve en breve. Vaya, que está ya apunto de resolverse. Anda,
si ya se ha resuelto.
Pero pudiendo ser una anécdota graciosilla, no lo es, porque
la semana pasada hubo un alcance entre dos convoyes de Metro en la Línea 1 y la
empresa, la Comunidad de Madrid vamos, lo silencio.
Lo mismo que cuando hace unos meses descarriló un tren en la
estación de Villaverde Alto y no se enteró nadie (bueno, yo sí, que me envió un
buen amigo una foto del descarrilamiento a los pocos minutos de producirse) y lo
supimos a la semana o semana y pico (y
pala diría Mari Espe).
Metro de Madrid encargó hace unos meses a una prestigiosa empresa de consulting que
estudiara las fórmulas para privatizar el Metro de Madrid. Encargo del que no
se conoce resultados, pero si conocemos, cierres de pasillos, reducciones del
tiempo de paso, averías sin arreglos, alcances silenciados, escapes de Monóxido
de carbono e intoxicaciones de trabajadores, despidos, ERES, viajeros que toman
las de Villa Diego y se bajan del tren cansados, supongo, de esperar que les
digan cuando se soluciona el problema.
No sé qué diría el informe de la Consultora, pero a las
pruebas me remito. La mejor fórmula de privatizar un servicio público es deteriorarlo
hasta tal punto que los ciudadanos pidan que se haga algo, sea lo que sea y
entonces, tararí, tararí, tragan con todo.
Que no nos intenten engañar, que no cuela. El Metro de
Madrid vuela bajo porque le han cortado las alas.
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