jueves, 23 de enero de 2014

Ecosistemas políticos



Los ecosistemas naturales (y los políticos también) son las estructuras donde los seres vivos vivimos (valga la redundancia), nos desarrollamos y por fin, morimos. Los ecosistemas son tremendamente diversos y cada uno de ellos reconoce características distintas.

El elemento fundamental para el buen funcionamiento de los ecosistemas es el intercambio, la interdependencia entre los distintos organismos dentro del sistema.

Los ecosistemas (naturales y políticos) reciben diversos impulsos, positivos o negativos, que concitan diversas formas de actuar.

Cuando estos impulsos son negativos, bien por agresiones externas, por falta de “credibilidad vital” o por pérdida de biodiversidad, la existencia de un número mayor de especies o diversidad biológica y de intercambio abierto entre ellos, confiere al ecosistema mayor capacidad de recuperación, porque habiendo un mayor número de especies éstas pueden absorber y reducir los efectos de los cambios ambientales. Esto reduce el impacto del cambio ambiental en la estructura total del ecosistema y reduce las posibilidades de un cambio desastroso.

Sin embargo cuando un ecosistema (que también podríamos llamar Partido Político) ve reducida de forma dramática su biodiversidad (falta de credibilidad social y apoyo electoral, unida a falta de pulso militante), el colapso del ecosistema es más que probable, sobre todo si el intercambio con otros ecosistemas no se produce o es bloqueado (cerrado) por barreras naturales, exceso de cautelas o tacticismos.

Desde el principio de la vida, los organismos han sobrevivido a continuos cambios por medio de la selección natural. Gracias a la selección natural las especies del planeta se han ido adaptando continuamente a los cambios. 

La mayoría de los ecosistemas cambia muy gradualmente y a medida que unas especies desaparecen van surgiendo o entrando otras.

Si los ecosistemas están bien “gobernados” son más resistentes a los cambios bruscos. En la ausencia de un equilibrio y de un intercambio en la naturaleza, la composición de especies de un ecosistema puede experimentar modificaciones que lleguen el colapso ecológico total.

Por lo tanto es evidente concluir, que cuanto más cerrado y menos diverso es un ecosistema, sobre todo los ecosistemas políticos, más fácil es que el colapso sea frecuente e irreparable. Por ello, el abrir el ecosistema al intercambio. Aumentar su biodiversidad, no solo no resulta dañino, sino que muy al contrario es el único arma para conseguir recomponer el equilibrio perdido.

Nota final: El intercambio y el crecimiento de la Biodiversidad en los ecosistemas no es un ardid, una estratagema para evitar el colapso, es, y esto es lo relevante, la forma natural de actuar. Por lo tanto, las primarias no pueden, no deben ser solo un  arma electoral, deben ser una forma de sentir y actuar, dentro y fuera del partido político, parte del ADN de la organización.

Pero…. ¿No estaba hablando yo de ecosistemas? Pues eso, Ecosistemas políticos.

3 comentarios:

  1. ... y no te digo nada sobre la que se arma en un ecosistema cuando se cuelan especies exóticas invasoras...

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  2. Teoría de sistemas básica: en todo sistema se necesita un flujo de entrada y salida de energía y materiales. La interrupción persistente conduce al colapso.

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  3. Ten encuentra que el ecosistema se aferra a lo que haga falta para subsistir, aunque sea al universo paralelo de los santos, ya han empezado con santa Teresa,. ¿seguiran con san Ignacio de Loyola?
    Tiempo al tiempo.

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